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viernes, 24 de febrero de 2012

Diez destrezas del Educador 3.0

El pasado mes de noviembre publiqué el artículo La Web y los Educadores 3.0 con el fin de compartir un cuadro claro de las nuevas prácticas pedagógicas que se llevarán a cabo en diversos escenarios formales e informales. Hoy deseo mostrar algunas de las destrezas necesarias para alcanzar los niveles de la Educación 3.0. Todas estas ideas que expongo tienen su origen en el conocimiento que muchos colegas educadores y profesionales de otras áreas comparten a diario en sus redes. También pueden apreciarse en diversos eventos tecno-educativos que se realizan a diario en las redes.

Este interesante vídeo evidencia la importancia de avanzar hacia una Educación 3.0:

 
El punto principal que deseo exponer es el siguiente: no podemos pedirle a los estudiantes que hagan lo que nosotros los educadores no llevamos a la práctica diaria. Si queremos ver cambios en el exterior, deberíamos iniciar por nosotros mismos. Si queremos que nuestros estudiantes sean exitosos a lo largo de sus vidas tenemos la gran encomienda de mostrarles los senderos, y que éstos decidan sus propios nortes a recorrer. Existe una gran brecha entre las prácticas realizadas en el aula y la realidad que se vive en el exterior. No solo se trata de contextos profesionales, sino de las dimensiones socio-culturales que ya están dando sus pasos hacia la adaptación de las nuevas estructuras digitales hiperconectadas. Una sociedad que consume-y-produce sus propios productos de transmisión cultural, sin depender tanto de los medios tradicionales de comunicación masiva. 

A continuación, se presentan diez destrezas que necesitan los educadores para abrir paso hacia la Pedagogía 3.0:


  1. Pensamiento crítico y reflexivo: Habilidad para determinar la definición o significado profundo de lo que está siendo expresado. Éstas son destrezas de alto nivel que no se codifican regularmente en el aula y que ayudan a los estudiantes a crear los insumos necesarios para la toma de decisiones importantes. Más allá de las impresiones y opiniones particulares, el educador deberá recurrir a sus valores intelectuales basados en precisión, claridad, exactitud y equidad al exponer sus ideas. "La capacidad de pensamiento del ser humano, que es el niño que llega a nuestras escuelas, se manifiesta en su poder para producir creencias y conocimientos, solucionar problemas, tomar decisiones, comunicarse con otros seres humanos" (Ángel R. Villarini).


  2. Inteligencia social: Habilidad de conectarnos de manera directa y porofunda con los demás. Los educadores socialmente inteligentes serán capaces de tomar juicio sobre las emociones del entorno para adaptarlas a sus palabras, tonos y gesturas correspondientes. Estas destrezas son claves para los docentes que colaboran en proyectos grupales construyendo relaciones basadas en la confianza dentro de múltiples contextos. Daniel Goleman la define como "la capacidad de relacionarse con las demás personas fácilmente, siendo sagaces en la interpretación de sus reacciones y sentimientos, dirigir, organizar y aclarar las disputas que pueden desencadenarse en cualquier actividad humana. Son líderes naturales, las personas que pueden expresar los sentimientos colectivos tácitos y articulados de tal manera que guíen al grupo hacia sus objetivos. Es la clase de persona con la que los demás quieren estar porque resulta emocionalmente enriquecedora". "La inteligencia interpersonal es mucho más importante en nuestra vida diaria que la brillantez académica, porque es la que determina la elección de la pareja, los amigos y, en gran medida, nuestro éxito en el trabajo o en el estudio" (Wikipedia).  

  3. Diseño de modos de pensamiento: Habilidad para representar y desarrollar nuevas tareas y procesos de trabajo con los resultados deseados. El uso de los sensores de datos, recursos digitales de aprendizaje, redes sociales de práctica pedagógica, sistemas emergentes de comunicación  y sistemas de procesamiento que trae el mundo computacional, nos proveerá nuevas oportunidades para tomar enfoques de diseño que reflejen nuestro trabajo. Esto quiere decir que seremos capaces de planificar nuestros ambientes para que sean los conductores principales de los resultados en los que estamos interesados. Un ejemplo real es presentado por un grupo de educadores disruptivos que establecen que puede haber mayor aprendizaje a través del establecimiento de escenarios abiertos, ubicuos e inclusivos. Por tanto, se recomienda diseñar un escenario de aprendizaje para que los estudiantes desarrollen sus tareas adaptadas al nuevo ambiente de trabajo. Los educadores del furuto tendrán que convertirse en expertos hábiles que reconozcan los códigos mentales que requieren las diferentes actividades instruccionales y hacer ajustes en los entornos de trabajo para mejorar las capacidades de realización de sus tareas. 

  4. Pensamiento computacional: Habilidad para traducir enormes cantidades de información en conceptos abstractos, y el entendimiento del razonamiento basado en datos. Según amuenta exponencialmente la cantidad de datos que tenemos disponible, se requiere de destrezas de alto nivel para darle sentido a la gestión de la información. En la actualidad existe una gama de lenguajes de programación que pemiten diseñar tecnologías digitales con el objetivo de manipular el ambiente y aumentar la interacción. El gran reto de los Educadores 3.0 consistirá en incorporarla adecuadamente para que los estudiantes adquieran su propia actitud tecnológica de acuerdo a las formas de su utulización. Se requiere administrar entornos personales que contengan herramientas con las que se puede llevar a cabo analíticas de la información a nivel cuantitativo y cualitativo. 

  5. Literacia mediática: Habilidad para evaluar críticamente y desarrollar  contenidos generados por los nuevos medios digitales. Los educadores deberían aprovecharlos al máximo para lograr una comunicación persuasiva. La eclosión de recursos de contenido generados por los usuarios (blogs, wikis, vídeos, animaciones digitales, podcast, transmisiones en vivo, entornos personales de aprendizaje, redes personales de aprendizaje, mundos inmersivos, y otros) que dominan las vidas sociales, serán incorporados en los entornos tradicionales de trabajo en los próximos años. Nuevas aplicaciones web/móviles gratuitas y servicios de computación en nube remplazarán las aplicaciones de escritorio tradicionales como MS Word™ y PowerPoint™. Esto provocará que los educadores se conviertan en productores de su propio conocimiento al aumentar sus capacidades tecnológicas, telemáticas e informáticas. Se espera que la próxima generación de educadores desarrollen nuevas capacidades para la producción de vídeos educativos que sean analizados profundamente, tal y como se hacía antes con los materiales instruccionales impresos. El trabajo con contenidos líquidos faculta a profesores y estudiantes para la actualización constante del conocimiento, la producción instantánea de proyectos basados en contextos reales, el trabajo en grupos colaborativos y experiencias metacognitivas que no le cuestan ni un centavo/céntimo a la institución. Se estaría hablando de un costo de inversión invisible, basada en el esfuerzo y tiempo de trabajo dedicado y no en valor monetario alguno. Antes, el trabajo con los medios de soporte rígidos costaba muchísimo dinero y tomaba demasiado tiempo en producirse. El conocimiento de la nueva literacia generará ahorroros significartivos al no tener que comprar recurrentemente materiales o equipos de producción análogos. Y no solo eso, tanto estudiantes como educadores, se convertirán en profesionales autosuficientes capaces de producir-consumir nuevos paquetes distribuidos de contenido digital. La aplicación efectiva de esta destreza requerirá de metodologías, estrategias y técnicas sofisticadas que sumerjan a los participantes al proceso de aprendizaje y aplicación de nuevas técnicas de persuación para diversas audiencias.

  6. Administración de cargas cognitivas: Habilidad para discriminar y filtrar información de importancia, y entender cómo maximizar el funcionamiento cognitivo através de una variedad de herramientas y técnicas. El mundo digital en el que vivimos está lleno de enormes flujos de información que nos llegan en múltiples formatos multimediales que traen a discusión el asunto del excedente cognitivo. Los educadores del milenio deberán desarrollar nuevas capacidades para convertir las masivas afluencias de datos en una ventaja si aprenden a enfocar o fitrar lo que realmente es importante para ellos. Tendrán que desarrollar sus propias técnicas para luchar contra la súper-abundancia informativa, de manera que puedan organizar sus entornos personales de aprendizaje a través del: filtrado/selección, curación de contenidos, indexado, metadatos y marcado social.

  7. Pensamiento adaptativo innovador: Habildad de pensar y conectar nuevas soluciones o respuestas más allá de lo que dicta la memoria o lo basado en normas tradicionales. Aquell@s educadores que cuenten con dichas destrezas estarán capacitad@s para realizar tareas abstractas basadas en competencias de alto nivel cognitivo (tareas blandas): colaboración, lectura de indicadores sociales, actitud adaptativa, influencia, alcance real, amplificación e impacto. Mientras, aquell@s que permanecen trabajando de manera tradicional, seguirán dedicándose a realizar sus tareas manuales concretas (tareas duras) sin tener cuentas sobre el alcance de sus ejecuciones pedagógicas. El pensamiento adaptativo innovador no se alcanza ofreciendo pruebas estandarizadas (calificaciones) ni a través de actividades de aprendizaje prescripvivas, sino por la transformación de actitudes y aptitudes de los participantes en lograr lo que antes se pensaba que era imposible. Aprender de los errores o las fallas es de vital importancia para conocer lo desconocido. La pedagogía de la era necesita mayores prácicas con lo improbable, impreciso y la toma de riesgos. Tenemos que desarrollar la mentalidad de que si se falla o se pierde, también se aprende a descubrir las vías adecuadas para alcanzar el éxito. El mundo real ya no gira tanto en torno a lo que ya se conoce, sino en la constante transformación, transmutación y transfiguración de los contextos en los que interaccionamos. 

  8. Transculturalidad: Habilidad para operar en diferentes contextos culturales. Poseen la habilidad para dispersarse entre diferetentes localidades en un mismo tiempo. Para lograrlo, deberán ser hábiles en la operación de adaptarse a cualquier entorno en el que logren encontrarse a sí mismos. Esta destreza no consiste solamente en el ámbito lingüístico, sino en la hablidad de adaptación a las circunstancias cambiantes que le dan sentido y respuestas al nuevo contexto en el que se encuentra. Investigaciones recientes establecen que lo que hace a un grupo verdaderamente inteligente e innovador es la combinación de factores: edades, talentos personales, experiencias, competencias personales, áreas de conocimento, pensamiento divergente y estilos de trabajo que se tráigan a la mesa de discusión. La transculturalidad se basa principalmente en la diversidad del personal involucrado en las actividades. Es la competencia de mayor importancia en el entorno educativo del siglo 21. Los educadores exitosos serán aquellos que formen parte de equipos de trabajo diversos en donde se identifican y comunican abiertamente puntos de conexión variados (metas, prioridades, valores, expectativas, objetivos de corto y largo alcance) que trascienden las diferencias y los habilite para construir relaciones de trabajo eficientes. La mejor forma de practicar la transculturalidad es formando parte de una red educativa internacional. La experiencia que he tenido participando en dichas redes posee un valor añadido de incalculable.

  9. Transvergencia (transdisciplinaridad): Capacidad para entender, integrar y aplicar conceptos provenientes de múltiples disciplinas del saber. Los educadores de esta era deberían concienciarse de que la mayoría de las crisis globales de la era son extremadamente complejas como para tratar de resolverlas desde una rama especializada de conocimiento. La transdisciplinaridad va más allá, al juntar profesionales de diferentes áreas para conformar equipos de trabajo multidiscipinarios. Un ejemplo del concepto sería que los educadores pudieran hablar de tecnologías emergentes y los desarrolladores de tecnología podrían hablar de conceptos de educación en una misma mesa de trabajo. Para adquirir esta destreza es requerido un sentido de alta curiosidad y deseo de convertirse en autodidacta capaz de ampliar lo aprendido en la educación formal. La transvergencia no se enseña en las universidades, sino que se adquiere a través de la práctica y el deseo de seguir aprendiendo nuevos conocimientos al relacionarse con otras personas. Mientras se siga fomentando la estandarización del aprendizaje, los estudiantes se concentrarán más en sus calificaciones finales que en el interés en seguir aprendiendo lo que sucede en el escenario global. 

  10. Colaboración virtual: Habilidad de trabajar productivamente, delegar compromisos y demostrar presencia como miembros de un equipo virtual. Las tecnologías conectivas hacen más fácil que nunca trabajar, compartir ideas y aumentar los niveles de productividad a pesar de la separación física. No obstante, el ambiente virtual requiere de una serie de nuevas competencias. Se nececita desarrollar estrategias altamente influyentes para motivar e involucrar a los participantes dispersos en la red. Los educadores que administran entornos virtuales deben convertirse en expertos promotores de ambientes que fomenten la productividad y el bienestar común. Una red educativa que ofrezca un ambiente de trabajo productivo, superará el aislamiento añadido por la escasez de actividades orientadas al co-diseño, co-aprendizaje, co-enseñanza y la co-creación. Estos ambientes virtuales deben proveer los espacios adecuados para que cada participante colabore a su propio ritmo y avance entre diferentes roles de integración social.  
Estas destrezas/habilidades no son absolutas ni definitivas. Al contrario, nuevas destrezas, habilidades y competencias seguirán surgiendo conforme a las constantes transformaciones de los códigos económicos, socio-culturales, políticos, ambientales, científicos y tecnológicos que impactarán la dimensión educativa de la era.Los educadores 3.0 deberían mirar más lo que ocurre en el escenario del mundo, que lo que ocurre en el sistema educativo. Los estudiantes transmiten naturalmente diversos códigos socio-culturales en nuestros alrededores. Solo basta con observarlos en los pasillos, bibliotecas, aulas y otros ambientes. Pero, lamentablemente los sistemas educativos y algunos educadores no los perciben o no quieren aceptar las grandes transformaciones que están ocurriendo hoy y ahora mismo... 

La educación del milenio no debería basarse en el encapsulamiento de grupos de estudiantes que se mueven de una estación a otra para aprender. En cambio, las salas deberían transformarse en ecologías de apendizaje que fomentan y apoyan la creación de redes y comunidades de desarrollo profesional para enfrentarse a los grandes retos del futuro...
 
Comparto un interesante vídeo que muestra algunas de las destrezas presentadas en este artículo:

4 comentarios:

  1. Definitivamente queda evidenciado que la educación debe estar en un constante actualizarse e ir acorde a la revolución que estamos viviendo. Somos parte de esta revolución del conocimiento,o Era como también se le llama.
    A todos los educadores, pongámonos en marcha, practicando día a día nuevas estrategias en nuestro quehacer educativo.

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  2. Excelente artículo, Antonio.

    En el punto 1 le agregaria "Reflexivo", porque también es necesario ser crítico hacia dentro de uno mismo.

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  3. Estimado Dr. Antonio
    Gusto saludarle

    Antonio, muchas gracias por tan excelente artículo y la brillante presentación realizada en el CLED2012.

    Estoy de acuerdo con la sugerencia del Dr. Ariel, en el punto 1, colocaría "Pensamiento Crítico y Reflexivo" por lo ya expuesto. Siempre debemos reflexionar sobre nuestra práctica pedagógica.

    Algo que me queda muy claro es que definitivamente no hay "innovación" posible en un sistema educativo cada día más "disrruptivo", de constantes y bruscos cambios, si no impulsamos agresivos planes de formación continua y permanente de nuestros educadores en el ámbito nacional e internacional, y con esto, todos cambiamos de mentalidad 1.0, y nos arriesgamos a "innovar" como educadores 2.0, 3.0 o X.0, haciendo que el aprendizaje, además de individual, sea cada día más colectivo.

    Un e-abrazo y éxitos...!!!
    Omar Miratía
    UE@D-CE-FC-UCV
    Caracas-Venezuela

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