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viernes, 10 de abril de 2020

El Corona Teaching

Foto: sincerely-media-OOHsoUNRxt8-unsplash

Fue en plena temporada navideña cuando comenzamos a recibir las primeras noticias sobre el origen del Coronavirus en Wuhan, China. Muchos creíamos que el COVID-19 nunca llegaría al continente americano. Jamás pensábamos que este virus fuera a propagarse tan rápido por todo el planeta. Aquí en Puerto Rico estamos resguardados desde el lunes, 19 de marzo. Ese día comenzaron a llegar las primeras directrices del distanciamiento físico en escuelas, universidades, museos, iglesias, restaurantes, establecimientos públicos, eventos artísticos y deportivos. Comenzamos a recibir instrucciones para trazar las primeras líneas de un plan de trabajo que pudiese mantener las operaciones de la actividad académica. 

Maestros y profesores se dieron a la tarea de tomar adiestramientos virtuales o aprender "a la cañona" el uso instrumental de herramientas tecno-educativas para mantenerse en contacto sus estudiantes durante la cuarentena. Desde sus hogares han tenido que recurrir a la improvisación de soluciones rápidas en circunstancias poco ideales. Diversidad de actividades instruccionales con herramientas tecnológicas han sido ideadas bajo condiciones en las que los plazos de creación varían de unos días a unas pocas semanas. Adaptarse a una modalidad educativa nunca antes experimentada provoca que este proceso sea uno altamente frustrante y agobiante.  

Mi reconocimiento especial a todos los educadores que han hecho su trabajo remoto de la mejor manera posible para que los estudiantes sigan aprendiendo. A los padres que acompañan a sus hijos día a día en la continuidad académica. Y a los estudiantes que aprovechan todo el tiempo posible para seguir aprendiendo a pesar del confinamiento preventivo al que están sometidos. 

Luego de tres semanas de trabajo remoto en mi Universidad, talleres virtuales de capacitación docente, participación en webinars y acceso a las redes sociales, he visto muchos reclamos de estudiantes, padres y educadores sobre sus experiencias educativas. El distanciamiento físico provocado por el COVID-19 está generando un fenómeno emergente asociado a los procesos académicios durante la Enseñanza Remota de Emergencia. Sentimientos de aburrimiento, aislamiento, agobio, aturdimiento, hastío, molestia, abatimiento, frustración, desaire, desmotivación, desorientación, impotencia e intimidación son manifestados diariamente en las redes sociales. 




Expresiones similares a la de esta madre son los efectos de un fenómeno socio-educativo emergente. De primera instancia podríamos definirlo como el Corona Teaching (CT). El CT consiste en la digitalización abrupta de los cursos presenciales a la modalidad remota, sin hacer modificaciones significativas a los modelos, técnicas o estrategias instruccionales y de evaluación. La acumulación de tareas y proyectos en todas las clases provocó en muchos estudiantes el sentirse abrumado(a) por recibir información excesiva a través de las plataformas educativas, aplicaciones móviles y correo eletrónico sobre las actividades académicas a realizar. También se experimenta la frustración e impotencia por la inflexibilidad de algunos educadores que exigen conectarse a la clase virtual (sincrónica) a una hora determinada y el envío de proyectos o tareas en las fechas programadas. Estudiantes reciben penalidades por entrar tarde a la clase virtual y por entregar tarde los trabajos de la clase. En algunos casos se puede experimentar altos niveles de ansiedad cuando hay poca o ninguna comunicación sobre las actividades instruccionales a realizar o cuando el uso de las plataformas y herramientas tecnológicas para dictar las clases remotas es limitado. Padres y estudiantes se sienten desconcertados al no recibir comunicados o instrucciones de parte de los docentes.

El CT no se manifiesta únicamente en los padres o estudiantes, sino también en los educadores. Estos reciben diariamente una infinidad de mensajes sobre dudas, reclamaciones y excusas por diversidad de dificultades. A esto se le añade hacer los planes estudios diariamente, informes administrativos y la evaluación de las tareas acumuladas. Algunos profesores se sienten frustrados y abandonados porque no saben cómo integrar las tecnologías digitales en sus cursos. Esto puede causar depresión al sentirse impotentes ante una situación educativa inesperada.  Otros educadores utilizan sus plataformas sociales para expresar sus sentimientos de frustración, agobio e impotencia ante las conductas de algunos estudiantes que demuestran a diario altos niveles de abandono, desinterés o desmotivación en las clases remotas impartidas en las plataformas MS Teams, Google Classroom, Google Meet y Zoom.

Comparto algunos ejemplos reales:  





 

 

Identidad protegida

 

 





Según la Prof. Mariluz Serrano, se ha malinterpretado este distanciamiento físico como un plan de emergencia en el que hay que hacer, hacer y hacer cosas para sentirse productivo. Un sentimiento de vacío que provoca saturar las agendas para llenarlas de actividades. A esto se le añade las actividades domésticas del hogar, gestionar asuntos personales, resolver situaciones inesperadas, y todo eso genera un desbalance que abruma a cualquiera. Hay que saber discernir qué es lo más importante para mantener un balance en medio de esta emergencia salubrista: Buen desayuno, horas de trabajo, quehaceres cotidianos, asuntos personales, atención familiar y tiempo de descanso. Cuánto se permitirá que el ruido externo de la radio, televisión, prensa digital y plataformas sociales afecten nuestro interior. Esta práctica de bombardeo se traslada a la Enseñanza de Emergencia porque se malinterpreta lo que es trabajar y aprender de manera remota. Se cae en el error de pensar que al dominar el uso de la herramienta tecnológica la hora lectiva de clase se llena de contenidos, tareas y pruebas. Dicha modalidad requiere una planificación, un diseño, una experiencia de valor que genera emociones y no tensiones. No se trata de asignar contenidos, ejercicios de práctica o tareas complejas por el simple hecho de acumular notas, sino de implementar una evaluación auténtica relacionada con los talentos de los estudiantes. No se recomienda llevar las funciones docentes al nivel personal. Es importante discernir en qué están invirtiendo su tiempo, cómo hacerlo, con qué herramientas y desde dónde lo hacen. Cuando comiencen a hacer esa introspección, es importante determinar cuán flexible se debe ser ante las realidades que viven los estudiantes y sus familiares. En esta circunstancia particular, menos es más. Se recomienda diseñar experiencias de aprendizaje que los estudiantes le puedan sacar provecho. Que se les dé un margen de tiempo adecuado para que internalicen la información, construyan sus conexiones mentales y visibilicen el conocimiento generado. Sacar un día a la semana para conectarse de manera virtual con el fin de conversar sobre lo aprendido es suficiente. Los estudiantes necesitan sostener conexiones humanas con sus maestros y compañeros de clase. De eso es que se trata la Educación a Distancia.  

 

El CT también afecta a aquellos educadores que dominan la tecnología. El exceso de recursos tecnológicos con diferentes pantallas abiertas al mismo tiempo sonando constantemente cada vez que entra un nuevo correo, un tuit, un mensaje en las plataformas sociales (Google Calendar, Whatsapp, Facebook, LinkedIn e Instagram) o anuncia el inicio de conferencia virtual en Zoom, WebEx, Adobe Connect o Google Meet. Gestionar múltiples recursos a la misma vez genera tensión, desconcentración, agobio y reducción del nivel de productividad. 

El Prof. Erik Valdivieso plantea en su muro de FaceBook un interesante punto desde la perspectiva docente: Estimado padre de familia ahora ya sabes cuando el maestro pide disciplina en clase. El gobierno le llama maltrato psicológico, cuando reprendemos a nuestros hijos o alumnos, ahora se muestran los resultados de haber quitado la autoridad al maestro, en las grandes ciudades no aprendieron a obedecer la ley por eso cada día habrá más casos de Coronavirus. La familia educa, para que la escuela enseñe. Otro factor importante son los medios de comunicación que recién han comprendido su labor de educar a la sociedad. 


Así que este interesante tema amerita mucha investigación y aportaciones de  educadores, estudiantes y padres, para instruir a nuestros dirigentes educativos y la sociedad sobre el Plan de Continuidad Académica de Emergencia que se está llevando a cabo. Me parece pertinente el conocer los puntos de vista de todas las partes para entender conmayor claridad este fenómeno socio-educativo emergente. 

¿Qué prácticas instruccionales se deben promover para superar los efectos del Corona Teaching? A continuación, comparto algunas recomendaciones:   

  1. Diseñe un curso flexible, abierto, ubicuo e inclusivo. 
  2. Utilice una herramienta tecnológica a la vez al realizar sus trabajos remotos. Utilizar muchos dispositivos tecnológicos con pantallas abiertas en un mismo tiempo conlleva un proceso de adaptación.
  3. Diseñe actividades instruccionales que los estudiantes puedan hacer en sus computadoras, tabletas o teléfonos móviles. Habilite la funcionalidad de enviar/recibir las tareas completadas en las plataformas de eLearning.
  4. Produzca videos demostrativos que expliquen el funcionamiento de la plataforma tecnológica: Inscripción, acceso a contenidos, foro de discusión, envío de tareas y tomar pruebas. Si no sabe cómo hacerlo, utilice los videos demostrativos accesibles en YouTube. 
  5. Evite el consumo excesivo de papel. Diseñe actividades instruccionales digitales que se puedan realizar en el hogar. No es apropiado que los padres y estudiantes salgan a las tiendas a comprar artículos escolares para realizar los proyectos de la clase.
  6. Active una plataforma a la vez. Que todas las actividades instruccionales se puedan concentrar en un solo sitio de acceso y envío.  
  7. Consulte a un Especialista TIC, Tecnólogo Educativo, Diseñador Instruccional sobre los beneficios, limitaciones y riesgos de las plataformas tecnológicas gratuitas que planifica integrar en sus cursos. En la web hay interesantes artículos que tratan sobre la calidad y efectividad de las plataformas, herramientas web y aplicaciones móviles.
  8. Diseñe actividades instruccionales basándose en la diversidad cognitiva de los estudiantes, no en la conveniencia de su estilo de enseñanza. La tecnología digital funciona mejor para que los estudiantes aprendan a hacer conexiones sinápticas, no para que los educadores transmitan (en directo o grabadas) sus clases y conferencias presenciales.
  9. Evite utilizar la cámara web de Zoom para vigilar los estudiantes mientras toman pruebas impresas o digitales. En algunos países, esta práctica puede ir en contra de las políticas, reglamentos y normativas institucionales.
  10. Diseñe experiencias de aprendizaje que rebasen la simple memorización de contenidos. Los exámenes no son las únicas estrategias para medir el conocimiento de los estudiantes. Promueva la práctica de niveles cognitivos superiores: creatividad, imaginación, emprendimiento, trabajo en equipo, Pasar juicios sobre...
  11. Ofrezca encuentros virtuales de corta duración. Recuerde establecer vínculos humanos con sus estudiantes. Fomente la participación activa y la interacción social. Los estudiantes necesitan compartir con sus compañeros de clase.
  12. Desarrolle actividades instruccionales con sentido y pertinencia. No haga tareas por hacer, simplemente por acumular notas en el registro para cuadrar el semestre en mayo.  
  13. Evite ofrecer actividades instruccionales fuera de los módulos y del horario lectivo. Los estudiantes tienen compromisos en otros cursos y otras responsabilidades. Flexibilice el acceso a los materiales didácticos en horarios asincrónicos. Extienda la fechas y horarios de entrega de proyectos o tareas de la clase.
  14. Describa detalladamente las tareas o proyectos instruccionales a realizar:
    Descripción (qué hacer), Instrucciones (cómo y cuándo hacerlo) y Evaluación (criterios para evaluar la tarea). Mientras más detalladas sean las actividades, menos preguntas o dudas tendrán los estudiantes.
  15. La Educación a Distancia de Emergencia no es lo mismo que la Educación Presencial. Son dos modalidades diferentes con marcos teóricos y filosóficos diferentes. Diseñar un Curso en Línea no consiste en digitalizar la clase presencial a la plataforma eLearning. El éxito de su curso en línea conlleva sacrificios e incomodicades que no se experimentan en la clase presencial. 
  16. Co-diseñar un Plan de Servicios para ayudar a los profesores y estudiantes en sus quehaceres académicos: Diseñar y administrar cursos en línea, proveer asistencia tecnológica remota, un programa de tutorías estudiantiles para la retención académica, y cualquier otro servicio integral. 
  17. La Educación Remota de Emergencia se coordina mejor estableciendo equipos colaborativos, no trabajando desde el aislamiento de los administradores, docentes, no-docentes, padres y estudiantes. 
  18. A partir de hoy piense en digital. Siga diseñando su curso a distancia como apoyo a la clase presencial. No sabemos cuándo terminará esta emergencia del Coronavirus. Tampoco sabemos cuándo ocurrirá un evento similar que nos mueva a continuar ofreciendo nuestras clases de manera remota.
  19. No piense en salvar el semestre académico, sino en llevar a la práctica un nuevo formato de enseñanza-aprendizaje en la era digital.  
  20. El fin de la Educación Remota de Emergencia NO es el final de la Educación a Distancia, sino el inicio de una Nueva Era Digital en el Sistema Educativo. Nos compete a todos los educadores seguir adiestrándonos y capacitándonos en el uso educativo de las tecnologías digitales...
El COVID-19 está afectando el mercado laboral, la bolsa de valores, la economía global, la salud mental de nuestros ciudadanos y ahora la Educación. Es importante que nuestros especialistas de Orientación y Consejería, Trabajadores Sociales y Psicólogos creen un Task Force Nacional para ayudar a nuestros ciudadanos. Necesitamos reducir el número de personas en los hospitales y consultorios médicos con condiciones generadas por el estrés, hipertensión, ansiedades, ataques de pánico, alta presión y otros. No debemos permitir que la Educación Remota de Emergencia se convierta en otro problema más, cuando lo que se pretende es construir una alternativa de crecimiento y desarrollo social en tiempos de pandemia. 


Lecturas relacionadas al tema:


Ramos, D. (2020). Coronateaching: Syndrome or a new opportunity for reflection? I/II. Recuperado en red https://www.iesalc.unesco.org/en/2020/07/06/corona-teaching-syndrome-or-a-new-opportunity-for-reflection-i-ii/

Compilatio.net (2020).
El Corona Teaching: Una transición acelerada a la digitalización de la enseñanza. Recuperado en red https://www.compilatio.net/en/blog/education-corona-teaching
 
Fiqueroa, J.J. (2020). Piden a estudiantes comprar computadoras en medio de la pandemia. Recuperado en red https://www.elvocero.com/educacion/obligan-a-estudiantes-comprar-computadoras-en-medio-de-la-pandemia/article_0dfc0a20-90c2-11ea-a6e4-2f795849fc8e.html

Schermele, Z. (2020). Pass/Fail? How schools are handling grades during the Coronavirus pandemic. Recuperado en red https://www.teenvogue.com/story/how-schools-grading-during-coronavirus



1 comentario:

  1. Antonio, te felicito por tan extraordinario artículo. Tus recomendaciones finales dieron el cierre magistral que necesitamos difundir. ¡Hay diferencias, estamos para compartirlas! ¡Gracias por recoger el mensaje que compartí contigo y hacer de él, una reflexión!. Te valoro. Valoro tu camino como educador, como incubador de proyectos, como diseñador de espacios virtuales de aprendizaje en calidad y propósito.

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