Este documento es un resumen traducido al español del interesante artículo de Kanuca, H. (2008). Understanding E-learning technologies in practice though philosophies in practice:Theory and Practice of Online Learning. (p.p. 91-118). El mismo toca de manera magistral los aspectos positivos y negativos de la enseñanza en línea, la reflexión crítica sobre los los pensamientos, acciones y estilos de enseñanza de uno mismo y de los demás, las filosofías tecnológicas existentes y las filosofías educativas que han tenido un gran impacto en la mayoría de nuestos sistemas educativos. El tener conocimiento filosófico, paradigma o visión educativa de uno mismo y de los demás, ayuda en la selección de las herramientas de e-learning adecuadas y en la manera en que los estudiantes se prepararán para formar parte de la economía global del conocimiento.
Para aquellos que se aventuran a diseñar y dictar cursos en línea, resultaría interesante que realizaran una introspeción de sus propias prácticas metodológicas, paradigmas educativos y filosofías educativas. Teniendo un cuadro básico de las propias experiencias instruccionales y las de los demás educadores, podremos fijar una dirección filosófica-educativa-tecnológica propia que nos permitirá teorizar nuestra propia práctica educativa.
A partir de los aspectos del e-learning, nuestra filosofía personal determinará cómo percibimos y tratamos con nuestros métodos de enseñanza preferidos, los cuales incluyen el cómo seleccionamos y utilizamos la tecnología para la instrucción. Si hacemos una reflexión sobre nuestras opiniones, así como las de los demás, sobre la tecnología y educación, a través de un lente filosófico, es posible llegar a estar consciente de esos tipos de diferencias que pueden ser reducidos a las perspectivas de las filosofías en práctica. De lo que se trata es de teorizar nuestra propia práctica pedagógica.
Los educadores independientes, escuelas, colegios y facultades, a menudo determinan el contenido y el alcance de lo que ellos enseñarán en sus cursos. Entonces, seleccionan métodos o estrategias, materiales instruccionales, estrategias de assessment y tecnologías e-learning que ellos crean que mejor ayudan a sus estudiantes a adquirir nuevos conocimientos, destrezas y actitudes. De este modo, los educadores tienen la libertad así como la responsabilidad de establecer las expectativas de los aprendices y determinar el propósito y resultados de las actividades de aprendizaje, las cuales incluyen decisiones sobre los usos de las tecnologías Web. Por consiguiente, el conocer nuestra filosofía educativa es importante para lograr que nuestros estudiantes aprendan mejor. Existe un fuerte debate sobre la necesidad de preparar a nuestros estudiantes hacia un mundo tecnológico que gire en torno a los tipos de cuidadanos que esperamos que el sistema educativo produzca.
Cuando estamos conscientes de las filosofías tecnológicas y pedagógicas podemos articular nuestra propia filosofía y determinar qué es lo que ellos necesitan para entrar en el mundo laboral actual. Esto nos ayuda a entender el por qué actuamos y pensamos de tal manera sobre el uso de las tecnologías, así cómo los demás piensan y utilizan la tecnología del e-learning. Más aún, conociendo nuestras filosofías y las de los otros, nos habilitará para entender las consecuencias de nuestras decisiones tecnológicas, así el cómo ese efecto de nuestra orientación filosófica actuará en nuestros estudiantes.
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