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lunes, 21 de mayo de 2012

EduCientíficos: Transformadores de la Tecnología Educativa y Diseño Instruccional

Tecnólogo Educativo de los 80's y 90's
Hace unos meses atrás sostuve una charla con la Dr. Rosa Ojeda (@raojeda) a través de Skype sobre mi percepción acerca de los Tecnólogos Educativos (TE) y Diseñadores Instruccionales (DI). Ella fue mi mentora en el Programa SITE de la Universidad del Sagrado Corazón (USC) y aún lo sigue siendo de manera informal. En esa conversación le indicaba que en nuestro contexto educativo local, los TE eran los que empujaban los carritos multimedios de sala en sala para que los profesores pudieran reproducir las películas/diapositivas/audios en sus clases. Esos carritos tenían reproductores de vídeo en formatos VHS, Super-VHS, 3/4" (broadcasting) y luego llegaron los DVD players. Los TE tenían en sus centros de trabajo otros equipos analógicos que eran utilizados para producir/reproducir materiales didácticos para los educadores: grabadoras de cassettes, cámaras de vídeo, proyectores verticales, proyectores opacos, proyectores de carrete, microfichas, datashows, pantallas de proyección, audífonos, micrófonos y otros...

También le comenté que los DI han eran consumidores de recursos multimediales de la era con los que se diseñaba, desarrollaba, implantaba y evaluaba la instrucción. Esos costosos equipos eran accesibles únicamente en los centros educativos. La comunidad los utilizaba en horarios laborables, y fuera se ese horario no había cabida para su utilización. Antes, se utiizaba mucho la frase "El tiempo es dinero; y el tiempo perdido era dinero perdido". De modo que se tenía que producir/reproducir los recursos instruccionales con prontitud para evitar pérdidas en los presupuestos de los proyectos educativos.

Ahora en 2012 los recursos tecnológicos son totalmente diferentes, pero los procesos instruccionales siguen siendo prácticamente los mismos. Los institutos educativos han invertido grandes cantidades de dinero en configurar sus nuevas infraestructuras tecnológicas para trabajar con los Learning Managenent Systems (LMS). En la actualidad, gran parte de los cursos se encuentran alojados en una plataforma eLearning como BlackBoard, Moodle, Chamilo o Edu 2.0 (entre otras). Sin embargo, los TE siguen empujando el carrito para hacer la entrega del paquete didáctico. El detalle es que el carrito del siglo 21 es digital y se conoce como repositorio de contenidos. Es decir, los cursos web son (en su mayoría) paquetes de contenidos digitalizados que deben ser accedidos por los estudiantes para memorizar su contenido y luego ser evaluados por una prueba estandarizada en línea. Las funciones del TE ahora son las de proveer soporte tecnológico a los docentes y estudiantes que utilizan las plataformas web. Por ningún lado se trabaja con los marcos teóricos, orientación científica, enfoque sistemático y análisis sobre el impacto de los medios en el proceso de aprendizaje. Todo raya en la instrumentalidad de la herramienta según la comodidad del educador que la incorpora en sus clases. Y la estrategia instruccional que el educador prefiere implantar en su clase no necesariamente es la apropiada según los intereses y necesidades de sus estudiantes.

Por otra parte, los DI son contratados por los institutos educativos para diseñar cursos web encapsulados en paquetes digitales. Los expertos en contenido (profesores) les envían sus documentos en MS Word, PDF y MS PowerPoint y enlaces externos para que les monten sus cursos y exámenes en línea. Es decir que los DI siguen siendo consumidores de medios tecnológicos y recursos didácticos unidireccionales. Es como si fuesen funcionarios corporativos de una industria dedicada al ensamblaje de piezas, tal y como se trabaja en los fastfoods. Sus labores consisten en convertir el curso web en un libro de texto digital dirigido a las masas. Las instituciones los obligan a utilizar una sola plataforma de eLearning, herramientas ofimáticas y softwares privativos, que sólo pueden ser utilizados en el centro tecnológico. Todo se basa en el control, control y control. Las mismas pretenden hacer de estos recursos tecnológicos una plataforma universal de eLearning como si no existiese nada más en el mundo. Todo lo que los TE y DI aprendieron en su formación académica quedará en el olvido en sus entornos laborales reales. Los patronos no les interesa llevar a cabo un proceso sistemático guiado por los marcos teóricos y los procedimientos científicos del diseño de la instrucción. Lo que más les interesa son los productos finales para vender, independientemente de los procesos de aprendizaje óptimos que se deben llevar para cumplir con las metas y objetivos establecidos. 

Y me pregunto, ¿acaso esto es Diseño Instruccional o eLearning? ¿Realmente haría falta inverir tanto dinero en adquirir un título académico, cuando cualquiera puede aprender a manejar una plataforma LMS de manera auto-didacta? ¿Para qué contratar TE y DI si estas funciones las pueden aprender a hacer los educadores? ¿Vale la pena ir a estudiar 3 o 4 años para terminar montando libros de texto digitales? Si los educadores incursionan en esto de los cursos en línea, que aprendan a montarlos ellos mismos. Para eso se les paga,¡no es así! Además, pienso que para relizar estas funciones de soporte tecnológico lo que se necesitan son técnicos de laboratorio, no TE ni DI.


Quiero compartir con ustedes un interesante podcast del Prof. Bernabé Soto en el que se describe perfectamente el rol del TE y DI en la actualidad dentro del campo de la Educación a Distancia. Los invito a escucharlo y a compartir sus impresiones personales: 


Es una lástima que la percepción institucional de los TE y DI siga estando anclada en una era de consumo masivo de contenidos. Cuando pasan a ser contratados, en ningún lugar se ven cláusulas dirigidas hacia la investigación, trabajo colaborativo, curación de conocimientos, analíticas de aprendizaje, transformación curricular, integración de redes sociales, diseño de escenarios de aprendizaje, incorporación de dispositivos móviles y sus aplicaciones para 'prosumir' paquetes culturales dirigidos a aumentar las posibilidades de las personas. 

Hoy día los TE y DI disponen de variedad de recursos tecnológicos de bajo costo con los que acceden, producen, conectan, gestionan y comunican aprendizajes. En una era en la que tanto se habla de crisis fiscal en el sistema educativo, no tiene sentido alguno seguir invirtiendo dinero en plataformas LMS cerradas, costosos servidores de red, softwares privativos, laboratorios de computadora y recursos tecnológicos de escritorio. Sólo basta con una robusta infraestructura tecnológica que sea abierta, ubicua e inclusiva. Los estudiantes, educadores y personal administrativo pueden beneficiarse grandemente de infinidad de aplicaciones, herramientas y servicios web gratuitos o de muy bajo costo. Los usuarios finales pueden traer sus propios equipos para realizar trámites, procedimientos, proyectos, tareas y participar en actividades interactivas. Lo que necesitan es una red abierta para conectarse con diferentes redes de productividad y un personal capacitado para guiarlos en ese proceso de aprendizaje formal-informal y autodidacta.


Ahora en el siglo 21, el entorno laboral de los TE y DI es uno totalmente dinámico que no depende del centro tecnológico institucional para trabajar con el conocimiento. Tanto las TIC como sus aplicaciones y servicios web son recursos líquidos que premiten (re)producir, editar, actualizar, remezclar, catalogar y distribuir libremente el conocimiento. La vieja frase de "El tiempo es dinero" ya es totalmente irrelevante, pues ahora recae en la capacidad del usuario final para crear, solucionar conflictos, gestionar emociones, producir, innovar y emprender nuevas formas de hacer las cosas.


Los TE y DI ya no dependen de los centros de tecnología institucionales para trabajar en horarios fijos. En cambio, ya pueden laborar a cualquier hora y desde cualquier punto de conexión a la web. Ambos manejan sofisticadas herramientas invisibles con las cuales crear, innovar, emprender y transformar los aprendizajes de la comunidad. La interrelación de 'tiempo-dinero' es totalmente irrelevante en esta era. Cualquier producto cultural puede ser editado, modificado y actualizado sin invertir dinero, muy diferente a otras épocas en las que se tenía que gastar muchísimo dinero en producir nuevas ediciones impresas, de vídeo y audio. A demás, de todo un extenso personal que se tenía que contratar para hacer ilustraciones, foto-revelados, retoques, impresión (prensa), troquelados, relieves, producción y edición de audiovisuales. Los TE y DI deben conocer el uso y manejo correcto de las herramientas del siglo 21 con las cuales se puede hacer todas estas funciones. Ya no se tiene que cargar con carritos de un lado hacia el otro para utilizar los recursos instruccionales de la era. 

Otro fenómeno que experimentan los TE y DI es que programan talleres tecnológicos para ofrecer a la docencia. Lamentablemente, sólo asisten algunos interesados en aprender. Ese pequeño grupo de interesados no le da seguimiento práctico al recurso tecnológico y al cabo de unos días olvidan por completo las funcionalidades básicas de las herramientas/recursos estudiados. Así no se puede transformar la educación.



El punto que vengo a traerles es el siguiente: Los institutos educativos que ofrecen programas académicos de Tecnología Educativa y Diseño Instruccional deberían digigirse más hacia la EduCiencia. Por ésto se entiende como: 
"Un campo interdisciplinar, con elementos de la educación, la psicología, las ciencias cognitivas, la informática, la inteligencia artificial y las neurociencias. Concretamente, estudiaría las ideas falsas que tienen los estudiantes respecto a distintos conceptos, y qué estrategias servirían para atajarlas. Intentaría contestar a preguntas relacionadas con dificultades que tienen los estudiantes con la lectura, y qué estrategias son útiles. Se adentraría en la teoría, pero también estaría firmemente afincada en la práctica" (Sridhar Rajagopalan).  
Los TE y DI no sólo deben conocer la instrumentalidad de los recursos tecnológicos, sino que deberían entrar en procesos de mayor profundidad cognitiva. Se supone que tengan el espacio para diseñar metodologías instruccionales personalizadas, auto-dirigidas, auto-sostenibles. Se sabe que la educación uno-a-muchos ya no es efectiva. Los TE y DI pueden entrar en procesos de aprendizaje para que los estudiantes-usuarios aprendan a crear sus propios entornos basados en sus necesidades, intereses y preferencias. Que los educadores aprendan a montar sus cursos tradicionales en la plataformas institucionales. Pero que el sistema permita a los TE y DI a laborar de manera investigativa, metodológica, científica, creativa y colaborativa con los estudiantes. 

Estos profesionales están capacitados para desarrollar proyectos educativos de mayor envergadura mediante el trabajo directo con los estudiantes. Las plataformas de eLearning ya no son universales y sus cursos encapsulados no fomentan aprendizajes significativos. Existen infinidad de recursos  con los cuales se puede entablar interesantes encuentros dialógicos con los estudiantes. Los TE y TI deberían disponer de espacios para entrar en las salas de clase y así poner la teoría aprendida a la disposición de práctica. Cómo saber lo que es aprender si no se dan los espacios adecuados para experimentar en procesos sociales multicontextuales.


El sistema educativo necesita más EduCientíficos, que especialistas en tecnología. Profesionales dispuestos a transformar la educación del siglo 21, basándose mayormente en el aprendizaje de los alumnos y no en la aplicación de currículos impuestos por el sistema. Educadores con la capacidad de teorizar su propia práctica mediante la empleabilidad de nuevos escenarios de investigación, trabajo con las personas y desarrollo de soluciones educativas innovadoras. Necesitamos científicos dispuestos a rebasar las disposiciones tradicionalistas de las instituciones educativas, a través de la creación, invención y generación de nuevos modelos de aprendizaje para las nuevas generaciones estudiantiles.   


Los EduCientíficos:
  • Trabajan a cualquier hora y desde cualquier punto de conexión a la web.
  • Comparten lo que saben con los demás, sin preocuparse de que se apropien de sus ideas. Creen en la innovación para difundir; no para vender.
  • Necesitan investigar el espacio en el que ocurre el apredizaje en la sociedad, y no solamente en la escuela/universidad.
  • No necesitan que les paguen por asistir a costosas conferencias de desarrollo profesional en lujosos hoteles. Muchos ya participan en cumbres, congresos, talleres y eventos educativos virtuales. 
  • Se relacionan con educadores y estudiantes de cualquier parte del mundo (transnacionalidad/transculturalidad). 
  • Estructuran experiencias de aprendizaje para personas de todas las edades (transgeneracionalidad).
  • Participan en proyectos tecno-educativos innovadores a nivel global con vías al largo  plazo, donde puedan teorizar su propia práctica, en vez de replicar exactamente las prescripciones metodológicas de los otros.
  • Entienden claramente que el aprendizaje del siglo 21 es un proceso de conexión de redes de conocimiento y del saber atravesar por cada una de ellas.
  • Aplican y generan nuevos conocimientos desde una variedad de disciplinas (transvergencia).
  • Son multiplataformas, multiformatos, multidireccionales, multi-metodológicos y multi-contextuales. No se atan a una plataforma de eLearning, herramienta, estrategia, modelo o teoría.
  • Van más allá de la instrumentalidad de las aplicaciones, servicios web, recursos y herramientas digitales. Mas bien, éstas son utilizadas para crear nuevos productos de transmisión cultural en donde se comparte el conocimiento evolutivo.
  • Colaboran en proyectos presenciales y virtuales, dispersándose efectivamente entre ambas dimensiones.
  • Hacen uso apropiado de los medios y plataformas sociales con las cuales acceden, producen, gestionan, colaboran y comunican nuevos conocimientos.
  • Participan en eventos internacionales en los que se promueve la innovación, emprendimiento y transformación educativa.
  • Apenden por su propia cuenta a través de la práctica y experimentación continua. Son científicos e investigadores incansables.
  • Son capaces de crear su identidad digital desde múltiples escenarios de aprendizaje: blogs, wikis, entornos inmersivos, marcadores sociales, curación de contenidos, canales de vídeo, canales de podcast, redes sociales y redes de innovación colborativa.
  • Forman parte de la sociedad aumentada y el aprendizaje aumentado (@dreig).
  • Hacen una nueva educación: crean nuevos escenarios de aprendizaje, producen nuevos recursos, diseñan metodologías innovadoras. Trabajan más con las personas en experiencias de aprendizaje dinámicas, y no con contenidos didácticos estáticos.
  • Se preocupan por estudiar todas las corrientes filosóficas y teóricas del aprendizaje humano: Desde la conducta observable, hasta las redes sociales y sinápticas. Desde el objetivismo, hasta la neurociencia y el aprendizaje basado en el cerebro. 
  • Son los DJ's de la educación quienes trabajan con diviersdad de contenidos distribuidos, y tienen la habilidad de remezclarlos para generar nuevos proyectos culturales. 
  • Saben filtrar la información que necesitan y la comparten con los demás de manera automatizada. 
  • No le temen a la imaginación, invención, la toma de riesgos, a fallar, a cambiar, a trabajar con los demás, a desaprender y reaprender. Siempre le buscan una utilidad pedagógica a los recursos y herramientas disponibles. 
  • Son profesionales adaptables a la era de cambios. Son capaces de interaccionar efectivamente en medio del caos y la incertidumbre del entorno.
  • Todo esto los convierte en educadores disruptivos que rompen las reglas del juego, creando nuevos esenarios y contextos de aprendizaje.  
No puede haber transformción educativa si seguimos tratando de mejorar lo que no sirve. Refundar la estructura del sistema es la solución ideal. Pero mientras tanto, los educadores, Especialistas en TIC/TAC/TEP, Tecnólogos Educativos y Diseñadores Instruccionales, tenemos la necesidad de seguir avanzando hacia la EduCiencia para transformar nuestros conocimientos sobre el conocimiento.  


"Porque ya no vasta con estudiar lo que otros piensan que es Educación; tenemos que aprender a vivirla desde nuestras propias perspectivas..."  (Edumorfosis)

Pendientes al próximo artículo, donde estaré presentándoles una propuesta para generar un Modelo de Diseño Instruccional 2.0. Este tema será planteado en mi próxima conferencia virtual, como parte del encuentro de educadores iberoamericanos: Lo mejor de nosotros 
 

¡Están cordialmente invitad@s! 


5 comentarios:

  1. Excelente artículo, Retrata la situación actual de los TE y DI. Necesitamos una REDUvolución en el campo que representamos!!!!! en la unidad esta la razón para que se respete nuestra posición!!! Y que sobre todo se entienda.

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  2. Bien!! ¿Y Cómo participo? Me interesa mucho.

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  3. Perfecto!! ¿Y Cómo participo en algún lado específico? Ya tengo ciertos trabajos teóricos y prácticos pero ningún círculo en el cual compartirlos.

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  4. Así mismo, Bernabé. Es tiempo de que nuestro trabajo se respete y se entienda que no somos robots que montan cursos web en plataformas LMS. No estudiamos para montar libros digitales estáticos. Somos científicos, investigadores y transformadores del aprendizaje humano.

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  5. Saludos Carlos:

    Me alegra saber tu interés en compartir tus aportaciones. Te recomiendo varias redes de innovación colaborativa en las que puedes participar. Accédelas desde Google y regístrate en las que te interesen:
    1) EDUC@PR
    2) AULA 2.0
    3) GEIPITE
    4) Excellere
    5) Red CLED

    Algunas de estas redes están en estos momentos llevando a cabo interesantes jornadas educativas virtuales.

    ¡Gracias!

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