Como en todo inicio de clases, los profesores anuncian los textos que serán utilizados en sus cursos a lo largo del término académico. Por ende, los pasillos de la universidad se visten de gala con coloridas hojas sueltas anunciando la venta de textos usados aprecios económicos. Muchas de estas hojas sueltas están escritas a mano porque la universidad ya no tiene fondos para la compra de papel ni tinta de impresión. La crisis fiscal por la que atraviesa el Sistema UPR ha llegado hasta el nivel de escasez de papel sanitario en los baños en varios de sus recintos. Y yo me pregunto, ¿hasta adónde vamos a llegar con esta crisis?
El pasado semestre escribí un artículo sobre la Universidad 2.0 presentando la necesidad de una red social universitaria que permita anunciar la compra o venta de sus textos y alquiler de hospedajes o espacios disponibles para compartir. Un entorno virtual que sirva de Tablón de Expresión Pública o Foro de expresión sobre los asuntos que conciernen a la comunidad universitaria. Precisamente ayer encontramos en algunas paredes del recinto manifestaciones estudiantiles en contra de la Cuota de Matrícula decretada por la Junta de Síndicos y Presidencia. La misma será efectiva el segundo semestre del presente año académico 2010-11. Lo interesante de todo esto es que las estructuras físicas fueron reacondicionadas con pintura nueva durante el receso de verano.
Es una lástima que en plena era digital la universidad siga funcionando dentro de un contexto análogo dentro de las dimensiones pedagógicas, socio-culturales, científicas, económicas, políticas y tecnológicas. Mientras la sociedad se mueve aceleradamente hacia la adaptación de la tecnología digital como parte integral de sus actividades cotidianas, la universidad se mantiene en su mundo aislado dentro de la era impresa, Email y Faxímiles. No estoy exagerando, lo veo todos los días al entrar a las oficinas y departamentos. Todavía se ven las famosas maquinillas mecánicas de cinta de carbon e impresoras Dot Matrix. Definitivamente vivimos con un pie en el pasado y el otro en el futuro...
Recientemente se ha publicado en la web interesantes artículos sobre algunos de los empleos que están por crear nuevas posiciones vacantes. Uno de ellos es el Administrador de Medios Sociales, también conocido como Community Manager o Social Media Manager. Iñaki Huerta lo define como:
Persona o identidad virtual que representa y gestiona la identidad y personalidad de nuestra marca en la red. Se trata de una figura que lleva años existiendo pero que no ha cogido fuerza y su nombre ya suena bien fuerte en todos los medios dedicados al marketing online. Antes era una persona que administraba los foros de la web empresarial y atendía los correos de los contactos. El CM es la voz online de la empresa, lo que lleva a estar presente en muchos más canales: 1) dentro de la web, y 2) fuera de la web desde FaceBook, Twitter, Blogs y otros medios sociales.Basado en estas definiciones vale la pena cuestionar si la universidad del siglo 21 necesitará más a un Webmaster o a un Community Manager (CM). Lo que sí entiendo pertinente es que las universidades deberían ir pensando en abrir nuevas plazas de CM Universitarios capaces de administrar los entornos informativos y de interacción social de la institución. Estas personas estarían encargadas de abrir los canales para que los estudiantes anuncien la compra y venta de textos, productos o artículos y soliciten tutorías o mentorías que les ayuden a mantenerse en su programa de estudios. La administración anunciaría las diversas actividades institucionales como: pre-matrícula, matrícula, asistencia económica, asociaciones estudiantiles, eventos y otras. La facultad promovería la participación y divulgación de las diversas investigaciones o proyectos de campo que se realizan a diario.
La imagen de la universidad no es sólo la página web institucional, sino los diversos canales de comunicación social entre cada unidad. Lo informativo ya no es suficiente para la sociedad digital en la que vivimos. En cambio, la interacción entre las personas que componen la red es de vital importancia para realzar la imagen de la institución. Actualmente, cada unidad, oficina, programa académico o asociación actúa de manera aislada. No existe conexión social entre ninguna de ellas. La función del CMU sería precisamente la de conectar a cada nodo del sistema para compartir información actualizada, recursos y herramientas efectivas que ayuden a realizar tareas productivas con agilidad, calidad y eficiencia. Esto ayudaría significativamente a atraer mayor atención hacia la institución universitaria. Una red social interactiva bien administrada dice más que una simple página web estática. No veo inconveniente alguno para contratar a un CMU pues la mayoría de las universidades poseen la infraestructura de redes y comunicación para realizar dichas funciones. Los recursos tecnológicos están disponibles, pero el capital humano parece que no existe aún...
Muchas veces la comunidad desconoce las diversas actividades que se llevan a cabo por la falta de comunicación entre las propias unidades. La conectividad es una competencia profesional de vital importancia en esta era para estar altanto de los últmos acontecimientos locales, nacionales y globales. Formar parte de las conversaciones globales es de vital importancia para la gestión del conocimiento. Es una lástima que en las empresas, industrias e instituciones universitarias perciban a los medios sociales como distractores y limitadores de la productuvidad. Por tal razón toman medidas coercitivas contra el acceso a los diferentes medios sociales. No obstante, en diversas investigaciones se ha demostrado que el acceso al nuevo conocimiento, la interacción social intercultural, la conectividad y la transvergencia promueven el desarrollo de la creatividad y productividad de los empleados.
Por último, las universidades deberían tomar en consideración la creación de programas académicos basados en la Administración de Medios Sociales. Las empresas, compañías, industrias e instituciones públicas y privadas comenzarán a abrir ofertas de empleo en esta disciplina y lamentablemente el número de profesionales capacitados en social media será prácticamente nulo. Otro elemento importante a considerar es que la escasez de profesionales en este campo limitaría la creación de nuevos programas académicos ya que no habría docentes capacitados para enseñar.
¿Tendrá la universidad que contratar a docentes extrangeros? ¿Tendrán las empresas,compañías o agencias que contratar CM extrangeros? De todos modos la universidad es responsable de articularse al desarrollo socio-cultural, tecnológico, científico, político y económico de la era. No podemos seguir anclados en el pasado solucinando las crisis del futuro con los mismos parches en espera de nuevos resultados. No deberíamos incorporar las tecnologías del mañana para administrar los mismos currículos de ayer...
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