Este es el paradigma educativo imperante en pleno siglo 21. Por tal razón, muchos educadores disruptivos nos cuestionamos lo siguiente: ¿Absorver pasivamente la información transmitida por el profesor es la mejor manera de aprendizaje en esta era? ¡Para nada lo es!
Este sistema educativo no solo ha colapsado, sino que se ha convertido en un centro fundamentalmente obsoleto. El salón de clases como hoy lo conocemos se adaptó perfectamente al paradigma pedagógico transmisible cuando el mundo seguía siendo un lugar estático, predecible e incuestionable. Pero con los grandes avances tecnológicos se ha acelerado prácticamente en todas las disciplinas del saber. La hora lectiva tiene que ser algo más que una simple difusión de contenidos declarativos y entrenamiento de actividades rutinarias mecánico-cognitivas. Ahora hablamos de transformarla en una experiencia de aprendizaje evolutiva en la que los alumnos se vinculan con otras personas para solucionar un complejo conjunto de problemas transdisciplinarios.
La educación formal, reglada, se mantiene con un modelo del siglo XX. Pero esto con las tecnologías actuales es inviable, porque los aprendices cambiaron. Antes éramos sujetos pasivos, consumidores de información y formación; ahora ellos son activos, miran a los profesores a la cara. Eso significa que desean aportar, no solo escuchar, pues tienen propuestas, que quieren que se tengan en cuenta, que se sientan importantes. No se conforman con lo que el docente ofrece y quieren aprender desde un estrato superior. Las TIC convirtieron a los aprendices en “prosumidores” (productores y consumidores a la vez) y están consiguiendo incluso que pasen de ser protagonistas a ser los responsables de su educación. En el siglo XX, los responsables eran los docentes. Ahora, su rol cambia de profesores a facilitadores. No pierden importancia; la tienen y mucha. Pero adquieren otro rol. El sistema educativo y la comunidad, incluida la familia, son nichos de aprendizaje, y debemos entender que toda la base educativa, dentro y fuera de las aulas, se fundamenta en los aprendices, que son ahora los responsables de lo que hagan (Juan Domingo Farnós).El mundo en el que vivimos ya no gira igual que en el siglo pasado. La sociedad de hoy tampoco es la misma de antes; ahora de habla de una Sociedad Aumentada. Por tanto, la era de la pedagogía transmisiva ha llegado a su final. No tiene sentido persistir en los viejos modelos de pensamiento lineal practicados en el aula para enfrentar la complejidad de siglo 21. Los aprendices de esta era no necesitan del salón tradicional para consumir conocimientos creados por otros en el pasado. Tampoco es necesario tener que pagar por un programa académico que ya aparece en todos lados de manera gratuita.
El aula como plataforma exclusiva de aprendizaje ha perdido su hegemonía por considerarse como un lugar irrelevante para la nueva generación de discentes. Esta se ha convertido en una guardería encapsulada que produce aburrimiento porque no provee los espacios para el juego, la exploración/experimentación, el trabajo grupal y el desarrollo de actividades dinámicas. En cambio, el aula debería transformarse en una sala de aprendizaje extendido capaz de vincularse con otras aulas, escuelas, comunidades, organizaciones, naciones y continentes. Desde un aula no se puede descubrir las riquezas del mundo en el que viven. Lo que hace verdaderamente universal a la escuela y universidad es la diversidad de capacidades de la inteligencia que puedan ser practicadas contextos que superen la sala de clases. La variedad de asignaturas no puede considerarse como algo relativamente universal, si solo se aprende de una sola manera, con un contenido específico, con los mismos recursos instruccionales, en un mismo lugar, en un término calendarizado y con los mismos intrumentos de evaluación.
Prohibir el uso de las TIC/TAP/TEP en el aula es como remover las herramientas de aprendizaje con las que se identifican y se expresan libremente los estudiantes. Los libros, las libretas ni los discursos del docente serán suficientes para construir las redes de aprendizaje que ellos necesitan generar. La tecnología que se utiliza actualmente en las escuelas está construida para las aulas de 1980... Le debemos proveer a nuestros estudiantes formas innovadoras de aprender que sean exitantes, divertidas e interactivas (Kiran Kodithal).
El aprendizaje del siglo 21 es una extensa red de conexiones complejas, porque la sociedad en la que vivimos hoy está sumergida en tres tipos de redes: sinápticas, sociales y artificiales. En este artículo se evidencia claramente cómo nuestra sociedad está formando parte del nuevo orden socio-tecno-pedagógico. Es por eso que hoy día las plazas públicas de nuestros pueblos están prácticamente vacías. Los centros comerciales y las redes sociales se han convertido en los lugares predilectos donde se congregan las personas para sostener conversaciones. Según la plaza pública ha dejado de ser el lugar exclusivo donde las personas se reunían para conocer los asuntos del pueblo y sus comunidades, la escuela/universidad ha dejado de ser el lugar primordial de aprendizaje. Simplemente porque ya podemos aprender en cualquier momento, en cualquier lugar y desde cualquier dispositivo.
Y como la escuela/universidad no sabe, no puede y no quiere avanzar hacia el nuevo orden socio-tecno-pedagógico, es que vemos a diario cómo la crisis política, económica, socio-cultural y pedagógica está desmantelando la estructura burocrática del sistema. El cierre de escuelas, el deterioro de la planta física, la falta de maestros, la eliminación de disciplinas/programas, la reducción del transporte público y la escasez de recursos didácticos son parte de de las consecuencias que enfrentamos a diario. El emprobrecimiento de la clase media trabajadora provocará mayor desigualdad social por su incapacidad para llegar a la universidad. Esta se convertirá en un centro exclusivo para aquellos que cuenten con el poder adquisitivo o el privilegio de tener becas educativas. El sistema educativo se mueve hacia la exclusión social y lo vemos a diario en los medios noticiosos.
Cada día que pasa, menos jóvenes aspirarán a completar un grado académico que les garantice su inmersión en la sociedad. La generación estudiantil que tenemos ve a la Universidad como un sueño casi inalcanzable. Primero, por las excesivas restricciones de ingreso. Segundo, por lo costoso que sale adquirir un título académico. Tercero, porque la educación ya no representa una prioridad para muchos jóvenes. Ahora la educación compite con demasiadas cosas que ocurren a su alrededor. Los estudiantes de hoy ya no son de tiempo completo como lo fueron en otras épocas. Cuarto, porque estar 4 o 5 años de su vida atados a las responsabilidades y deberes académicos, representa una pérdida de su juventud al no poder aprovecharse de las demás oportunidades que les brindará la vida. Y quinto, porque se han dado cuenta que tener un título académico ya no garantiza un empleo seguro y mucho menos una estabilidad social o financiera. Para muchos representa una deuda bien difícil de saldar a corto y mediano plazo.
Es por eso que la educación disruptiva está comenzando a hacerse sentir en el ámbito empresarial ya que los inversionistas están viendo grandes oportunidades de desarrollo a largo plazo. La revolución digital ha cambiado el modelo de aprendizaje tradicional como lo conocemos. Debido a los avances en las telecnologías móviles convergentes, estamos aprendiendo continuamente a descargar paquetes distribuidos de información en todo momento y desde cualquier dispotitivo conectado. Este impulso socio-tecno-pedagógico será el que trazará las nuevas vías de la educación del siglo 21 al rebasar toda limitación sistémica, estructural, temporal, geográfica y socio-cultural. Las plataformas educativas emergentes han comenzado a traspasar las líneas rojas que el sistema educativo tradicional no permitía que se cruzaran en el pasado.
La educación tradicional está siendo hackeada. Ya la compentencia no será entre universidades o institutos técnicos. Ahora entrarán a competir las Plataformas Emergentes al escenario educativo contemporáneo. Ahora aprenderán las personas que genuinamente desean aprender, no los que cuentan con los más altos índices académicos. Desde ya, quienes proverán los programas académicos de mayor demanda serán las empresas emergentes y no los sistemas educativos tradicionales. Los educadores se verán forzados a trabajar como contratistas independientes y no como empleados institucionales a tiempo completo. El que pretenda actuar como un Educador 3.0 tendrá que demostrar lo que es capaz de hacer con lo que sabe. Su resumé impreso ni sus títulos serán suficientes para entrar a la Educación en Red. Los proyectos coordinados, los recursos de aprendizaje diseñados, los escenarios de aprendizaje desarrollados, serán su verdadera carta de presentación.
Las nuevas plataformas educativas se han dado cuenta que las Universidades ya no pueden venderle más sueños a los estudiantes. La universidad que conocemos solo prepara profesionales para competir por las pocas posiciones disponibles en la vieja y oxidada estructura industrializada. Estos nuevos organismos educativos están aprovechándose grandemente de las insuficiencias del sistema al crear programas articulados a la altura de los tiempos. Los profesionales que completen sus programas estarán capacitados para entrar en el nuevo orden económico digital. Se estima que a partir del 2020 en adelante existan sobre 500 mil nuevas plazas de trabajo disponibles en los sectores tecnológicos de Estados Unidos. Pero solo 150 mil serán ocupadas debido a que habrá una escasez de profesionales altamente preparados con los conjuntos de habilidades requeridos por los nuevos patronos.
Hacia esa dirección es que se moverán los hackers educativos. Estos irán en búsqueda de talentos que puedan convertirse en Educadores 3.0. Profesionales que sepan diseñar sus propios recursos a ser incorporados en los nuevos ecosistemas de aprendizaje hiperconectados. Personalidades reconocidas a nivel global que cautiven la atención de los aprendices que se encuentran dispersos en todas partes y en todos tiempos.
A continuación, les presento algunos ejemplos de los Organismos Educativos Emergentes y sus plataformas de aprendizaje:
1) Khan Academy: Este organismo educativo fue fundado en 2006, estableciendo un nuevo estándar de oro para la educación en línea gratuita. Al entrar al portal encontrarás su lema principal: Tú puedes aprender cualquier cosa. Aquí accederás a charlas educativas sobre una amplia gama de temas, desde la física y la química, hasta la historia y la economía. Permite que los estudiantes aprendan a su propio ritmo a través de la gamificación del aprendizaje otorgando insignias (badges) cuando los aprendices alcanzan ciertas metas. El programa recuerda lo que los estudiantes han aprendido y cómo se está consumiendo su tiempo, por lo que puede realizar un seguimiento de lo que están aprendiendo, proporcionando datos a los estudiantes y profesores. Khan Academy tiene herramientas especiales para maestros, incluyendo informes de entrenamiento para encontrar las maneras apropiadas para adaptar la enseñanza.
2) Udacity: Fundada en 2011 por los profesores de Stanford University, Sebastian Thrun y Peter Norvig, después de que ofrecieran su curso gratuito en línea Introducción a la Inteligencia Artificial con más de 160 mil estudiantes en 190 países inscritos. Udacity opera através de los MOOCs (Cursos En Línea Masivos Abiertos) diseñados para hacer de la educación de nivel universitario al alcance de cualquiera y sin costes elevados como en el campus físico. Udacity se ha convertido en un organismo líder en las redes recaudado $20 millones en dos rondas de financiación con patrocinadores incluidos. Udacity se centra particularmente en la enseñanza de las habilidades técnicas y científicas necesarias para asegurar puestos de trabajo en empresas de rápido crecimiento. Actualmente se encuentra asociado con Google, Salesforce, AT&T y otros gigantes de la tecnología para crear cursos en línea articulados a fuerza laboral del siglo 21. El pasado mes de julio Udacity se asoció con AT&T para lanzar su primer programa de NanoGrados. Por sólo $200 mensuales, cualquier persona con un dominio de las matemáticas y de habilidades básicas de programación tendrán la magnífica oportunidad para acogerse a una posición de entrada en la empresa AT&T como analista de datos y experto en el diseño de aplicaciones iOS o plataformas similares.
3) Coursera: Otro MOOC gratuito con 744 cursos gratuitos provenientes de 110 universidades en línea. Los socios de la compañía incluyen las principales instituciones educativas de todo el mundo como: CalTech, Berklee College of Music (EE.UU) y École Normale Supérieure, Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Korea y la Universidad de Edimburgo (Internacional). Una vez inscritos en el curso, los participantes aprenderán a su propio ritmo a través de videoconferencias, cuestionarios interactivos, evaluaciones de pares y encuentros virtuales con sus compañeros y profesores. Hay un gran énfasis en animar a los estudiantes a la práctica del aprendizaje en red. Varias de las compañías universidades asociadas utilizan la plataforma en línea para mejorar la experiencia académica de sus estudiantes. Coursera ha recaudado más de $85 millones en cuatro rondas por parte de ocho entidades inversionistas reconocidas: Kleiner Perkins, Caufield & Byers, New Enterprise Associates, El Banco Mundial y la Corporación Financiera Internacional.
4) Top Hat: Fundada en 2009. Transforma los teléfonos inteligentes y computadoras portátiles en herramientas para hacer las lecciones más atractivas para los estudiantes y más eficaz para los profesores. La aplicación permite a los estudiantes a hacer eventos interactivos, encuestas y demos en sus teléfonos, tabletas o computadoras personales. La tecnología es utilizada por más de 200 mil estudiantes en más de 300 universidades. Su punto de venta consiste en permitir la interacción entre estudiantes y profesores, sin ningún tipo de compra adicional de recursos tecnológicos. Y no se trata sólo de votación, los estudiantes pueden hacer preguntas durante el transcurso de una clase sin interrumpir la conferencia de un profesor y recibir las respuestas en cualquier momento. Las respuestas se guardan, por lo que los estudiantes pueden monitorear su progreso, su historial digital y mantener control sobre sus calificaciones en tiempo real. El año pasado, la compañía con sede en Toronto, anunció alianzas con la Casa Editorial Pearson y con Panopto (plataforma de videoconferencias). Hasta el momento se ha levantado cerca de $23 millones de dólares por parte de diversas firmas de inversiones tales como: SoftTech, iNovia de Capital y Golden Venture Partners.
5) Learnist: Compañía lanzada en 2012 que ha sido reconocida como el Pinterest de la enseñanza, ya que permite a los profesores y estudiantes documentar contenidos (Content Curation) de toda la web a través de tableros de aprendizaje (learnboards). Con sus herramientas de curación de contenidos y compartir información, la compañía dijo que tiene como objetivo alcanzar el crowdsourcing del conocimiento mundial. Learnist ofrece decenas de miles de tableros de aprendizaje sobre temas inimaginables, desde la instrucción académica, hasta las recetas y consejos de moda. La mayoría del contenido compartido es gratuito, pero la compañía también vende Learnboards Premium por tan solo .99 centavos (Arianna Huffington: Aprendiendo a prosperar; Brad Meltzer: Cómo publicar su libro, y Gus Van Sant: Creatividad en la cinematografía y las artes). Learnist fue creado por la compañía de aprendizaje social Grockit, que ha recaudado cerca de $45 millones, incluyendo una ronda en 2012, con una inversión estratégica de Discovery Communications (en su primera participación en una sociedad de aprendizaje social), así como Benchmark Capital y Summit Group, respaldado por Uber, entre otros. La compañía afirma que millones de personas aprenden desde las decenas de miles de tableros.
6) Curious.com: Sitio basado en vídeos de diferentes temas dirigidos al aprendizaje permanente con más de 10 mil cursos y lecciones proporcionadas por profesores y expertos. Cualquier persona puede crear, publicar y comercializar un curso. Aunque algunos cursos son gratuitos, muchos de los más populares se encuentran en modalidad comercial con costoe de $9.99 hasta $29.99. Los profesores realizan un seguimiento de cuántas veces una lección se ha visto, mientras que los visitantes del sitio pueden crear tarjetas de curiosos para continuar sus estudios. Los cursos se agrupan en ocho categorías: Brainy (formación académica desde la astrofísica hasta la zoología); Tech & Biz (de la codificación a las habilidades de marketing); Artesanía; Música y Artes; Do It Yourself; Idioma; Healthy & Fit; y la Alimentación. Cursos populares incluyen "Excel: The Essentials", que cuesta $24.00 y ha sido visto 110.000 veces; Cómo jugar Ukulele que cuesta $14.99 y ha sido visto 27.000 veces. En el mes de agosto, la compañía anunció Oficios curiosos, su primera aplicación enfocada en una sola categoría, con lecciones sobre todo lo que te puedas imaginar. Los inversionistas han invertido $22.5 millones, al ver el potencial de las herramientas con las que se puede obtener beneficios económicos en la experiencia de aprendizaje.
7) SmarterCookie: Tiene como objetivo ayudar a los profesores a mejorar sus prácticas tecno-pedagógicas a través de su plataforma de intercambio de vídeos y coaching. Los educadores pueden grabar, subir, compartir, comentar y evaluar vídeos instrucccionales con la aplicación iOS de SmarterCookie. Los recursos de aprendizaje grabados pueden ser comparticos con otros educadores de manera privada. La aplicación centrada-en-vídeos está diseñada para permitir a los maestros obtener retroalimentación específica procesable y para que las escuelas construyan sus propias videotecas en donde se comparten las mejores prácticas docentes. Esta compañía fundada en 2012 por los maestros, regala cuentas gratuitas a educadores independientes, mientras que ofrece una venta de planes a las escuelas que deseen formar parte de su red.
8) Treehouse: Fue creada para enseñar a la gente a codificar, construir aplicaciones móviles y desarrollar todas las habilidades prácticas que fortalecerán el trabajo digital. La plataforma cobra $29.00 o $49.00 mensuales, dependiendo del nivel de servicio que el usuario elija. Entre los temas de los cursos se encuentra: HTML, CSS, Ruby, JavaScript, PHP, Diseño Web, WordPress, iOS, Android y las habilidades de negocios para vender una aplicación o administrar un negocio digital. Los estudiantes pueden elegir entre más de 1,000 vídeos de expertos y ganar insignias (badges) a medida que navegan a través de una red de cursos digitales. Treehouse cobra por sus servicios a más de 86 mil estudiantes y empresas, desde principiantes hasta profesionales inscritos en sus cursos. Entre las compañías tecnológicas se encuentran: Twitter, Square, Airbnb, Zappos y AOL. Treehouse ha recaudado $25 millones provenientes de 10 casas de inversionistas (Ejemplo: ex CEO de LinkedIn, Reid Hoffman).
9) Miriada X: Es un proyecto de formación en línea lanzado a finales de 2012 por el Banco Santander y Telefónica, a través de la Red Universia y Telefónica Learning Services y basado en la plataforma de software libre WEMOOC. Esta plataforma ofrece gratuitamente cursos en línea masivos y abiertos (MOOC) aptos para cualquier usuario interesado en actualizar sus conocimientos. En su primer aniversario, el 21 de noviembre de 2013, contó con la participación de 28 universidades de seis países iberoamericanos: Argentina, Colombia, España, Perú, Puerto Rico y República Dominicana. Participaron 730 profesores en 96 cursos impartidos. Su éxito la ha llevado a convertirse en una plataforma de formación online de referencia no solo a nivel del español, sino también europeo, en el que más de un 35% de los MOOCs provinieron de universidades españolas según Open Education Europa. Miriada X ha sido un factor clave en la evolución educativa española según muestra el informe de la Sociedad de la Información en España en el año 2013. Al 29 de abril de 2014, Miriada X ya tenía 649.378 usuarios inscritos en sus cursos (Wikipedia).
10) edX: Plataforma de cursos en línea masivos y abiertos (MOOC) fundada por el Instituto Tecnológico de Massachusetts y la Universidad de Harvard en mayo de 2012 para hospedar cursos universitarios en línea y gratuitos de un amplio rango de disciplinas con el fin de propiciar la investigación y el aprendizaje. edX tiene más de 2 millones de usuarios. Cada institución educativa contribuye con $30 millones de dólares en recursos para este proyecto sin ánimo de lucro. Su promer curso: Circuitos y Electrónica, comenzó en diciembre de 2011 a través de MITx el programa online y masivo del MIT. Actualmente hay 47 institutos, organizaciones sin fines de lucro, corporaciones y organizaciones internacionales que ofrecen o planean ofrecer cursos en el sitio web de edX (Wikipedia).
11) Google Course Builder: Una de las plataformas lanzadas a la web recientemente que nos permite montar cursos MOOC. Se trata de un software desarrollado por Google para su curso Inside Search y que ahora ha puesto a disposición de la comunidad para que aquel que lo desee se pueda montar su propia plataforma. En las especificaciones de Course Builder advierten que tiene una capacidad de alumnado que va de los 10 a lo 100.000, aunque el curso de Google consiguió más de 270.000 alumnos en otras instancias. Lo más importante que hay que saber de Course Builder es que no es un software que pueda instalar cualquiera. Es preciso tener ciertos conocimientos de programación. En concreto será necesario tener experiencia en:
- Creación de material para cursos tanto para plataformas online como para enseñanza presencial.
- Conocimiento de HTML
- Conocimiento de Javascript (sobretodo arrays, objetos y expresiones regulares) (David Alcubierre)
Existen muchas interrogantes sobre la efectividad de estas plataformas de aprendizaje en red. Sus detractores cuestionan los asuntos relacionados con la acreditación, credenciales de los educadores, contenidos didácticos, actividades instruccionales, informalidad de la estructura, estrategias de evaluación, sustitución de certificados por badges y el bajo por ciento de retención estudiantil. Lo cierto es que todos esos elementos se irán solucionando a medida que se realicen los ajustes necesarios. Su futuro es realmente impreciso. En cualquier momento dejarían de ser plataformas gratuitas y comenzarían a cobrar por sus curos. En cualquier momento podrían desaparecer algunas y surgir otras nuevas. Lo que sí es seguro es que estos organismos educativos emergentes seguirán creciendo y foraleciéndose a medida en que la sociedad los siga patrocinando. Si los participantes demuestran que estos cursos han sido efectivos en su integración al nuevo orden económico global, el sistema educativo tradicional debería preocuparse seriamente sobre su existencia. Si la universidad que conocemos no se transforma en una nueva universidad, no tendrá otro futuro más que pasar a la historia como una institución que fue hackeada por la misma sociedad...
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