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jueves, 30 de mayo de 2013

Así no podremos avanzar...

Escuelas del Siglo 21
Hace unos días estuve ofreciendo una conferencia y taller sobre las herramientas de la Web 2.0 en una escuela pública del área norte de la isla. Escuelas similares a las que se ve en la imagen son conocidas como las Escuelas del Siglo 21. Este es un proyecto de la pasada administración gubernamental, que consistió en restaurar/construir una o varias escuelas en cada municipio de la isla a un costo multimillonario financiado por la Autoridad para las Alianzas Público Privadas [AAPP]. Actualmente contamos con 1,400 planteles escolares. Al ritmo en el que nos movemos, supongo que cuando se logre restaurar la totalidad de las escuelas, ya estaríamos en el Siglo 22. 

A simple vista, las escuelas cuentan con una estructura arquitectónica y facilidades muchos más atractivas. Las escuelas cuentan con uno o dos laboratorios de computadoras (WIN) con aire acondicionado y equipo de proyección (no en todas). Sin embargo, me parece que las escuelas siguen construidas siguiendo el modelo fordista de encapsular la enseñanza y aprendizaje de la comunidad escolar. Es como si la única forma de enseñar y aprender es colocando un escritorio para el maestro, mesas semicirculares y sillas coloridas de fibra de plástico. Esto es como si nos vendieran el mismo producto de siempre, pero dentro un nuevo empaque, sin alterar su calidad...

Cuando me invitaron a participar como recurso de capacitación tecnológica, me sentí muy contento porque visitaría una escuela del Siglo 21, con facilidades y recursos innovadores, y con educadores motivados a aprender a utilizar las herramientas tecnológicas emergentes. Cuando me topé con la realidad de lo que se vive en un ambiente escolar me desconcerté grandemente.

Primero, los maestros no sabían que en su escuela se llevarían a cabo dos conferencias/talleres concurrentes auspiciados por el Departamento de Educación de Puerto Rico (DEPR). Mientras la compañía que me contrató para ofrecer el taller me entregó con antelación todos los materiales e instrucciones detalladas, la dirección escolar no había preparado los laboratorios ni se habían asignado los maestros que participarían en una y en otra sala. Eso deja una mala impresión de la dirección escolar.


Segundo, una vez acomodados en nuestros respectivos espacios, procedimos a encencer los equipos. Las computadoras instaladas a penas llevan unos siete meses de uso. Esto quiere decir que el equipo es prácticamente nuevo. Para mi sorpresa, el acceso a la web estaba limitado ya que el DEPR le instala filtros que impiden navegar en sitios web que contengan vídeos. Pues bien, descartada la posibilidad de acceder vídeos, pensé en utilizar otras herramientas interesantes que son gratuitas y que les ayudaría a diseñar sus propios recursos de aprendizaje. Para terminar de desalentarme, las computadoras no han sido actualizadas con los plugins necesarios para trabajar con recursos multimedios (Flash Player, JAVA y otros). Entonces me pregunté desesperado: qué rayos voy a hacer aquí durante seis horas... 

Lo único que pude hacer fue ofrecer un taller práctico en la mañana con MS PowerPoint™ para diseñar módulos instruccionales interactivos, y por la tarde, otro taller para administrar un registro electrónico con MS Excel™. No me puedo quejar de los maestros participantes. Ellos me atendieron con mucho respeto y particparon en las actividades programadas. Pero su bajo nivel de satisfacción era evidente. ¡Y no los culpo! Muchos de ellos quieren aprender a hacer más cosas con las computadoras, pero el sistema les impide utilizar al máximo los recursos tecnológicos. Esto es como comprar un costoso televisor de alta definición (HD) para terminar viendo los mismos programas de pésima calidad.

Lo que no puedo entender es cómo nuestros líderes se atreven a hablar de escuelas del siglo 21 operando bajo un sistema organizacional del siglo 19 y 20. Es irónico hablar de innovación educativa cuando el acceso a las fuentes informativas está resgringido, filtrado, controlado y configurado por un personal que no ofrece apoyo a la comunidad escolar. No me puedo explicar el por qué la  maestra coorodinadora del laboratorio no ha sido adiestrada para darle mantenimiento y optimización a las computadoras. No entiendo por qué no tiene una cuenta de administradora para hacer esas funciones sin tener que depender del personal técnico del DEPR para que un día aparezcan en el plantel a optimizar el equipo de los laboratorios.  

Esto me lleva a pensar en lo siguiente:
  • El DEPR no tiene la más mínima idea de lo que representa el campo de la Tecnología Educativa y su aportación en en el sistema educativo. Preparen a su personal para utilizar los equipos con fines de que la escuela se convierta en un potente nodo que se conecta con múltiples centros de aprendizaje alrededor del mundo.
  • La admnistración educativa sigue pensando que nuestros niños/jóvenes son las mismas personas para quienes el sistema educativo ha sido creado.
  • El contar con nuevos laboratorios de computadora que operan con herramientas ofimáticas y acceden a sitios web solo para leer artículos, NO los convierte en Escuelas del Siglo 21. Esto no es tecnología ni innovación, no permitamos que nos sigan engañando. Esto es solo una forma de perpetuar el modelo educativo mediocre que tenemos a través de campañas publicitarias obsoletas.
  • El proteccionismo incesante del sistema impide el crecimiento, desarrollo y avance hacia una sociedad hiperconectada capaz de administrar y controlar los extensos flujos informativos.  
  • Nuestro sistema educativo prepara a nuestros estudiantes para 'la vida de pruebas', cuando debería prepararlos más para 'las pruebas de la vida'
  • El DEPR reforma e innova cada vez que entra un nuevo gobierno, para terminar haciendo lo mismo que hicieron los demás. Esto es solo un cosmético externo que trata de adormar lo que por dentro ya está podrido.
  • No tiene sentido invertir millones de dólares en toda una infraestructura tecnológica para terminar demonizándola y subutilizándola. Muchos administradores piensan que la tecnología es distractora, mal influyente, peligrosa, revolucionaria, subversiva, acosadora y problemática. Pero no piensan en el horizonte de posibilidades que nos traería al conectarnos con diferentes proyectos tecno-educativos internacionales donde se practica la innovación metodológica. 
  • La disrupción, creatividad, avance y transformación NO pueden ser controladas ni reglamentadas. Estas nacen a través de un genuino cambio actitudinal de todos los que componen un sistema y laboran basados una agenda común. La mayoría de los que transforman la educación hoy día lo hacen desde comunidades auto-organizadas sin estructurar pirámides burocráticas. Cada persona colabora desde distintas dimensiones, a su tiempo y ritmo personal. El poquito que da muchas personas logra cambios trascendentales. Por eso pienso que no hace falta inversiones millonarias para transformar la educación que tenemos. 
  • Nuestros dirigentes siguen creyendo que la comunidad escolar se compone de OBJETOS estáticos y no por SUJETOS que aprenden en la diversidad y el movimiento. Es como si se tratasen de fichas de ajedrez que solo pueden moverse sobre el espacio reducido de un tablero. 
  • Creen que las computadoras deben ser utilizadas como herramientas de consumo de contenidos hechos por otros, cuando deberían sacarle todo su máximo potencial para diseñar recursos de aprendizaje y de intercambio cultural. Les enseñan a ser consumidores pasivos, cuando deberían ayudarlos a convertirse en productores activos.
  • Negar el accesoa a las plataformas sociales a la comunidad educativa es privarles su derecho de expresión a través de los recursos TIC con los que se identifican. Es limitarles su integración a las nuevas sociedades líquidas que intercambian constantemente paquetes distribuidos de información a través de múltiples formas de representación del conocimiento. 
  • Restringir, controlar y filtrar el acceso a la los recursos tecnológicos emergentes representa un retroceso a la evolución de una sociedad que aprende a hacer nuevas cosas de manera autónoma, informal y descentralizada. 
  • No se puede formar una ciudadanía digital limitando el proceso de aprendizaje a lo que ocurre en el aula. Nuestros estudiantes necesitan conectarse más con el mundo en el que viven para aprender a conectar nuevas redes sinápticas de conocimiento. 
  • Nuestro sistema educativo promueve la desinnovación conceptual, científica, tecnológica y pedagógica. Limitar el uso de los laboratorios a las herramientas privativas, es impedir que tanto estudiantes como maestros se integren en proyectos de aprendizaje que trasciendan la sala de clases.
  • El sistema que tenemos está basado en la dependencia y no en la confianza hacia las labores y responsabilidades de cada uno de sus integrantes. Se crean posiciones para las que se limitan el sentido común, la creatividad, el diseño y la solución de problemas desde la diversidad de vías o canales. Todo está regulado, reglamentado y atado a las condiciones impuestas por los superiores, que a fin de cuentas (muchos) no saben un pepino de educación. Sólo toman decisiones a conveniencia de la administración y no de la comunidad educativa que es la que sufre todas las consencuencias finales.
  • Si las Escuelas de Pedagogía se aferran a sus viejos currículos lineales, seguiremos formando educadores jóvenes con una actitud similar a la de sus profesores, armándolos con un mismo nivel de aptitud, con el que terminarán limitando su altitud para alcanzar la verdadera transformación educativa. Si no estudiamos como aprende el ser humano desde una perspectiva neuro-educativa en la era digital, jamás podremos ser efectivos en el aula. Practicar la pedagogía desde un marco cogno-conductual YA NO ES SUFICIENTE.
  • Cuando veo cómo funciona nuestro sistema educativo con respecto a la evolución pedagógica de otras naciones, me doy cuenta de que así como vamos no podremos avanzar...  
No soy partidario de las revoluciones en las que se vandaliza la propiedad pública y se atenta contra la estabilidad de nuestra sociedad. Pero de lo que sí estoy enteramente convencido es que necesitamos revolucionar el sistema educativo que tenemos. Ya no basta con reformarlo una y otra vez más. Con nuevas estructuras físicas y equipo tecnológico no se transforma a un pueblo que vive día a día en un 'sistema democrático' en el que la igualdad de unos pocos es completamente diferente a la igualdad de la mayoría.

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